Energía solar fotovoltaica: ¿qué es y cómo funciona?

En Argentina, la energía solar fotovoltaica viene creciendo con fuerza como una alternativa para generar electricidad de forma limpia, económica y descentralizada. Con zonas como Cuyo, el NOA y la Patagonia con altos niveles de radiación solar, esta tecnología representa una oportunidad real para hogares, empresas y comunidades rurales.
El avance de las energías renovables a nivel nacional no solo responde a compromisos medioambientales, sino también a la necesidad de diversificar la matriz energética, reducir costos y mejorar el acceso a la electricidad en regiones alejadas.
¿Qué es la energía solar fotovoltaica?
Es una tecnología que permite transformar directamente la luz solar en energía eléctrica mediante el uso de paneles solares. Estos dispositivos están compuestos por celdas que, al recibir la radiación del sol, generan corriente eléctrica gracias al llamado efecto fotovoltaico.
Aunque el principio se conoce desde hace más de un siglo, recién en las últimas décadas su aplicación se volvió accesible para el público en general. En Argentina, el impulso normativo y la baja en los costos de instalación facilitaron su expansión tanto en ciudades como en el campo.
Principios de funcionamiento
Cuando la luz del sol incide sobre una celda fotovoltaica —generalmente fabricada con silicio—, los fotones liberan electrones y producen corriente continua. Esta corriente, al pasar por un inversor, se convierte en corriente alterna, que es la que usamos en casas, negocios y fábricas.
Un sistema básico cuenta con los paneles instalados en el techo o estructura, un inversor, cableado y en algunos casos baterías para almacenar la energía sobrante. La elección depende del tipo de uso, si es conectado a red (on-grid), aislado (off-grid) o híbrido.
Ventajas de la energía solar fotovoltaica
Esta tecnología ofrece beneficios claros: reduce la dependencia del sistema eléctrico convencional, permite un ahorro significativo en la factura de luz y genera energía sin emitir gases contaminantes. Además, tiene un mantenimiento muy bajo y una vida útil de más de 25 años.
En muchas provincias argentinas existen beneficios impositivos o líneas de crédito específicas para financiar su instalación, a través de bancos públicos, cooperativas o programas como el PERMER, que promueve el acceso a la energía en zonas rurales.
Factores que afectan la producción de energía
El rendimiento de un sistema de energía solar fotovoltaica puede variar según diversos factores. Uno de los principales es la radiación solar: regiones como San Juan, La Rioja, Salta o Mendoza tienen excelentes niveles durante todo el año.
También influyen la orientación del techo, la inclinación de los paneles, la presencia de sombras, la acumulación de polvo o suciedad, y la temperatura ambiente. Una correcta evaluación previa garantiza un aprovechamiento óptimo del recurso solar.
Aplicaciones de la energía solar fotovoltaica
En Argentina, esta tecnología se aplica tanto en viviendas particulares como en emprendimientos comerciales, cooperativas, escuelas rurales y tambos. Muchos pequeños productores también la usan para sistemas de riego, bombeo de agua o electrificación de puestos alejados.
En zonas sin conexión a la red eléctrica, como partes de la Puna o la Patagonia profunda, la energía solar fotovoltaica ha sido clave para mejorar la calidad de vida, brindando acceso a iluminación, refrigeración y conectividad.
Pasos para instalar un sistema domiciliario
Todo comienza con un análisis del consumo eléctrico del hogar. A partir de eso, se diseña un sistema que cubra esa demanda de forma eficiente. Si se trata de un sistema conectado a red, es necesario realizar la gestión ante la distribuidora para inscribirse en el régimen de generación distribuida (Ley 27.424).
La instalación debe hacerla un profesional habilitado o una empresa registrada. Una vez montado, el sistema puede empezar a operar y, en caso de que genere excedentes, inyectarlos a la red eléctrica a cambio de una compensación en la factura.
Innovaciones en energía solar fotovoltaica
El mercado viene creciendo con fuerza en Argentina y se están incorporando tecnologías cada vez más avanzadas. Ya se pueden conseguir paneles bifaciales, microinversores, celdas de nueva generación y kits todo-en-uno para viviendas o zonas rurales.
También crecen las opciones de monitoreo inteligente, que permiten seguir desde el celular cuánta energía se está generando, usando o almacenando. A futuro, se espera una mayor integración con baterías de litio y movilidad eléctrica.
Preguntas frecuentes
¿Cuánto se puede ahorrar con un sistema solar?
Según el consumo y la zona, el ahorro puede superar el 60 % mensual. En algunos casos, incluso más si se compensa energía con la red.
¿Hace falta batería para que funcione?
No siempre. En sistemas conectados a red, se puede usar energía solar durante el día y tomar electricidad del sistema por la noche sin baterías.
¿Se puede instalar en PH o edificio?
Sí, aunque requiere el acuerdo con los copropietarios y la disponibilidad de espacios comunes como azoteas o terrazas.
¿Vale la pena invertir en paneles solares?
Definitivamente. Con el contexto actual de tarifas, la inversión se amortiza en pocos años y los equipos siguen funcionando por más de dos décadas.